domingo, 18 de enero de 2009

Breve historia de A Coruña

El poblado existente en la actual capital herculina dependió de Compostela, hasta la etapa de Xelmírez, primer arzobispo de la diócesis de Santiago. Pero el gran Xelmírez decidió entregarla al Rey y así, el año 1.209, finalizaron las obras de una nueva ciudad que Alfonso IX fundó con el nombre de Crunia. Iba a ser durante muchos años, un bastión de la realeza contra el enérgico poder de la mitra compostelana. Con el paso de los siglos, La Coruña fue ganando en esplendor y fuerza.

Carlos I, en 1.520, celebró Cortes en ella y desde su puerto partió para ser coronado emperador de Alemania. En 1.588, salió del puerto de La Coruña la Armada Invencible hacia el inesperado desastre del Canal de la Mancha; un año después la Corona española fracasó en su intento de invadir Inglaterra. Aprovechando las consecuencias de aquel desastre, el pirata Drake, al servicio de su reina, asaltó La Coruña.

Pero el pueblo, con la heroína María Pita a la cabeza, se enfrentó al invasor y lo rechazó. Drake destrozó la ciudad pero no pudo conquistarla.

Al comienzo de la guerra de la Independencia, La Coruña fue escenario de la batalla de Elviña, en la que murió el general inglés sir John Moore, cuyo heroísmo fue entonces premiado por la capital gallega; sus restos descansan en un tranquilo rincón de la ciudad vieja, en el jardín de San Carlos.

Poco después, en 1.815, el general Porlier, que había acaudillado un levantamiento contra el absolutismo de Fernando VII, es ejecutado en lo que hoy es la Plaza de España, entonces plaza de la Leña.

Hoy, la capital coruñesa es una ciudad que presenta un delicado equilibrio entre modernidad e historia, con una nueva y renovada imagen. Ahora más que nunca, La Coruña es la ciudad en la que nadie es forastero, parafraseando un viejo dicho turístico que hizo fortuna hace ya tiempo.

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